Luis Enrique sorprendió con una alineación que por lo que se vio en la primera parte era diabólica.Vermaelen y Adriano, novedades en el sector izquierdo de la defensa, no dieron una a derechas. Mascherano y Bravo se contagiaron y el Barça, que partió con el clásico 4-3-3, fue un disparate en los primeros 45 minutos. El cambio de Mathieu arregló a los azulgrana, mejor situados en la segunda mitad. La salida de Rakitic mandó a Arda a la izquierda y desde ahí el conjunto azulgrana tuvo el control del partido.
Bravo. Desconocido y despistado en la primera parte. Suicida con el balón en los pies, entregó varios balones a rivales. Sí hizo una buena parada a disparo de Chory Castro. Su desvío fue al palo. En la segunda parte detuvo un par de centros laterales e hizo una parada a Ignacio Camacho, pero siguió mostrándose algo inseguro. Llevaba seis partidos seguidos sin encajar gol y acabó la racha.
Aleix Vidal. El más entonado en defensa sin ser su mejor día. Estuvo bien controlado y no apareció por sorpresa. Sin espacios tiene más problemas para desbordar. Sufrió con Chory Castro.
Mascherano. Desnortado sin Piqué. Una máquina de perder balones. Poco preciso, se complicó demasiado la vida. Tuvo pundonor y carácter, como siempre y se arregló en la segunda parte como todo el equipo.
Vermaelen. Perdió su oportunidad. Sólo jugó 45 minutos porque estaba siendo un peligro público. Se cayó de espaldas en una jugada que no acabó de milagro, no ganó ni un duelo individual a Charles y tenía cartulina amarilla. Luis Enrique estuvo listo y lo sustituyó.
Adriano. Otra vez lesionado. Está lejos del jugador que fue, ya en sus estertores como jugador de élite. Muchos errores, una acción surrealista en la que se puso a regatear hacia su portería en vez de despejar tras una ocasión de Charles y una entrada a destiempo en el lateral. Sin el nivel deseado ya para estar en el Barcelona.
Sergio Busquets. Se le notó algo cansado en la segunda parte después del esfuerzo de Bilbao pero aun así no perdió la colocación. Sobrevivió como pudo al desastre de la defensa en la primera parte. Luis Enrique le pidió en la segunda mitad que retrasase unos metros su posición para darle salida de balón a un equipo que había cometido 20 pérdidas en la primera parte.
Iniesta. De los mejores, Controló el partido, especialmente en la segunda parte cuando el físico del Málaga decreció. Entonces ganó presencia. Imprescindible para el Barcelona estos días.
Arda Turan. No estuvo acertado pero no se escondió y eso ya era mucho para el Barcelona en Málaga. Perdió algún balón peligroso como centrocampista. Fue importante en los últimos minutos para conservar el balón y asociarse con Iniesta en el sector izquierdo.
Luis Suárez. El mejor en la primera parte. Hizo un fantástico desmarque (en posición dudosa), se merendó a Angeleri y habilitó a Munir para el 0-1. En la primera parte fue el único futbolista del Barcelona que estuvo al nivel que exigía el partido. Acabó reventado
Messi. Determinante. Un ángel para el Barça. Fabricó la jugada del 0-1 pese a jugar casi andando la primera parte e hizo el 1-2 con un gol espectacular, acomodando el cuerpo para rematar de media tijera con la pierna izquierda. Un gol estético que pudo rematar con el 1-3. No tuvo piernas para picar el balón ante Kameni. Su gol tiene un valor supremo para la carrera por la Liga y vuelve a elevarle como el mejor del mundo. Pegado a la derecha sin apretar en la primera parte, se fue un rato al medio porque no entraba en contacto con el balón. Falló un gol cantado. Se lo salvó Miguel Torres. En la segunda parte sí fijó su posición en el extremo derecho
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